Facetas del multilateralismo de España
Con motivo del 60 aniversario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, escribieron conjuntamente un artículo que decía: “La crisis del COVID-19 debe ser una oportunidad, un punto de inflexión, para un multilateralismo reforzado y más eficaz ”. España ocupa este año la Presidencia Rotatoria de la OCDE.
Durante el transcurso de sus compromisos exteriores en los últimos tiempos, España ha venido insistiendo y proponiendo el multilateralismo como medida para aumentar la cooperación internacional. La posición de España sobre el multilateralismo es concomitante con la posición de varios países del mundo clasificados como potencias medias. El llamado al multilateralismo surge del flujo imperante en el orden global que se inclina entre bipolar (Estados Unidos y China y la nueva Guerra Fría) y unipolar (China como hegemonía global).
Se podría realizar un análisis general de la propuesta española de multilateralismo a través del espectro de las relaciones España-UE, el factor medioambiental y los retos futuros.
Relaciones de España con la UE
La búsqueda de España por el multilateralismo ha coincidido con la transición por la que atraviesa la UE. Si bien el Brexit es la mayor transición de la que ha sido testigo la UE en los últimos tiempos, también existen otros desafíos. Algunos de estos desafíos son la recuperación post-COVID, la distribución de fondos entre los miembros de la UE, la amenaza de radicalización y la política para los inmigrantes.
Como destaca el artículo sobre la OCDE sobre la crisis del COVID-19 como una oportunidad para el multilateralismo, las relaciones de España con la UE han puesto de relieve la necesidad de una mejor coordinación en este sentido. Algunos de los acontecimientos recientes indican los intentos de España de reformar sus relaciones con la UE.
España ha hablado de la brecha que existe entre los países del norte y sur de Europa. Especialmente en sus compromisos con países como Portugal e Italia, España había exigido que Bruselas fuera más sensible a los desafíos que enfrentan los países del sur de Europa.
También en el momento en que la UE acordó imponer sanciones a Turquía, España pidió un diálogo constructivo entre la UE y Turquía. Del mismo modo, cuando varios países de la UE prohibieron los vuelos desde el Reino Unido debido a la propagación de la nueva cepa de coronavirus, España no siguió el ejemplo.
Si bien España ha afirmado su compromiso con el Proyecto Europeo, sus últimas interacciones con la UE apuntan hacia la necesidad de un cambio en la organización, así como España se expresa. La diferencia de España con la UE podría interpretarse como un intento hacia un orden multilateral dentro de la UE que también está encontrando una exposición en los compromisos extranjeros de España en los últimos meses.
Desafíos
Si bien España está tomando iniciativas para ser parte del orden multilateral, existen ciertos desafíos que superar.
La mayor parte de la política exterior de España se ha centrado en la vecindad, el norte de África y América Latina. España necesitaría formular políticas que se concentraran más en Oriente. Con el cambio geopolítico del Atlántico al Indo-Pacífico, España debería buscar participar más en la región del Indo-Pacífico. Potencias europeas como Francia, Alemania y los Países Bajos ya tienen sus políticas dedicadas a la Región Indo-Pacífico. En el futuro, España también podría ser una de las potencias para involucrarse en esta región para fortalecer el carácter multilateral de la región.
El multilateralismo necesita una estructura institucional eficiente para proteger los intereses de todas las partes interesadas. Durante la pandemia de COVID-19, los roles de instituciones como la ONU, la OMS y la UE estuvieron en el centro de atención. También se han planteado ciertas preguntas sobre el funcionamiento de estas instituciones y sus ecuaciones con grandes poderes.
El establecimiento e implementación de un orden multilateral requeriría redefinir el orden global actual. España necesita trabajar con países de ideas afines en todo el mundo en general, pero en la región del Indo-Pacífico en particular. España también debe concentrarse en fortalecer sus compromisos con países como India, Japón y Australia y seguir una política exterior más proactiva.
¿Cuál es el camino por delante de España?
El concepto de multilateralismo se propone como un arreglo disuasorio en áreas estratégicas y económicas. Es principalmente una medida para controlar la creciente influencia de un solo país que tiene el potencial de comprometer los intereses de otros países. Al menos por el momento, el enfoque máximo de cualquier acuerdo multilateral es formar un contrapeso en forma de cooperación estratégica y económica.
La participación activa de España en el acuerdo multilateral podría centrar la atención en el factor medioambiental. Aunque los países de todo el mundo reconocen la gravedad del cambio climático y la importancia del desarrollo sostenible, estas áreas aún deben recibir la atención adecuada como asuntos multilaterales.
El creciente compromiso de España con varios países y organizaciones es una oportunidad para presentar sus propias credenciales en los campos del medio ambiente, el cambio climático y el desarrollo sostenible. España viene destacando este aspecto en sus encuentros con India, Japón y los países de Asia-Pacífico. España puede destacar la importancia del desarrollo económico sostenible y puede compartir su experiencia y conocimientos en este ámbito.
Por tanto, si bien España debe centrarse más en la parte oriental del mundo, el medio ambiente será la contribución más importante de España al multilateralismo, así como a las relaciones bilaterales.